6.8.06

Después de Fidel

Copia de un mail de Pablo Ananía, recibido el 6/08/06


Hola: transmito, simplemente, el pensamiento de una cubana (abajo, fragmentos de una extensa carta). Valga para los que quieren discutir que se acabó la Cuba de Fidel como hemos todos oído en las mesas de café... No será el mundo ni será Cuba ni será América latina igual sin su ejemplo ético y combativo, su rabia, su talento polìtico y su emoción. Como dice más abajo esta muchacha, la gusanera se agitará, habrán de bushear lo que les dé el aliento (que sólo les ha alcanzado hasta hoy para empetrolar Miami). Pero -para quienes no lo saben-, si se fuera Fidel, la política cubana será conducida no sólo por Raúl Castro. Carlos Lage, Felipe Pérez Roque, Ricardo Alarcón y algunos otros once millones de revolucionarios cubanos ya están al pie del cañón.
Mientras Condoleezza Rice le ofrecía su ayuda al pueblo cubano (quizá la misma que le ofreció al Líbano) Bonasso (les guste o no el tipo), dejó estas frases sobre Fidel: "Antes lo miraba como todos los de mi generación desde una respetuosa distancia. Lo veía instalado en la cima de la historia mundial, pero ignoraba sus rasgos de humor, sus provocaciones y travesuras, su fidelidad de fidel hacia los amigos, su desbordada curiosidad por todo lo humano, su imaginación de navegante y sus hábitos inveterados de conspirador. Su real ternura por los desvalidos". (Amigas, amigos: en esa última frase se resume todo, es el único secreto: así de simple).
García Márquez lo define en otros términos: "Este es el Fidel Castro que creo conocer: Un hombre de costumbres austeras e ilusiones insaciables, con una educación formal a la antigua, de palabras cautelosas y modales tenues e incapaz de concebir ninguna idea que no sea descomunal. Sueña con que sus científicos encuentren la medicina final contra el cáncer y ha creado una política exterior de potencia mundial, en una isla 84 veces más pequeña que su enemigo principal. Tiene la convicción de que el logro mayor del ser humano es la buena formación de su conciencia y que los estímulos morales, más que los materiales, son capaces de cambiar el mundo y empujar la historia."
Habrá que aceptar que cuando alguien habla de Fidel está también hablando del temperamento y el espíritu cubanos, del cubano y la cubana comunes que sustentan los logros políticos, científicos, deportivos y culturales de la Revolución que hizo de Cuba el país más culto y admirado de América. Va la carta:


Fecha: Thu, 3 Aug 2006 11:35:39 -0500
Asunto: [librosrebeldes] Desde Cuba
He recogido más o menos lo que pensamos en Cuba con respecto de Fidel, pero en líneas generales la gente confía en nuestra revolución y quiere la salud de Fidel. La gente está tranquila y sigue yendo al trabajo cada día. La gente sabe lo que tiene que hacer. Todos y todas esperamos de corazón que el comandante se recupere de la operación. Que siga siendo el Fidel de siempre. El que molesta, exaspera e incomoda al imperio más poderoso de la tierra. El que horroriza a cuanto millonario anda por el mundo contando sus billetes. El que sigue predicando
la rebelión mundial contra las injusticias. El que continúa promoviendo entre los pueblos el empleo de las armas, fundamentalmente las dos más poderosas que se han inventado:
las ideas y los libros.

¿Y después de Fidel, qué? Pues, sencillamente, habrá nuevas revoluciones.
Al igual que después del Che Guevara, seguiremos luchando en todos los países contra las injusticias y para cambiar el mundo. Seguiremos firmes en la defensa de los ideales revolucionarios que Fidel nos enseñó, nos enseña y nos seguirá enseñando.
Fidel Castro ha enseñado a pensar de manera diferente a toda una generación de latinoamericanos y ha conducido a nuestro país por un laberinto de escollos y contradicciones con arrojo y firmeza, logrando crear en una pequeña isla del Caribe, pese a la hostilidad y al cerco estadounidenses, un espacio decoroso donde se puede vivir con dignidad.
"¿Vivir con dignidad?", se preguntarán algunos en alusión al escaso salario de los cubanos. Un salario que, no obstante, cubre la vivienda, los gastos fijos de luz, teléfono, etcétera, educación de calidad, salud de calidad. Es cierto que con ese salario no cabe comprar televisiones de plasma y nintendos y circuitos turísticos y viviendas vacías para especular con ellas. ¿Entonces, la dignidad es eso? ¿Comprar? Hay quien piensa que ladignidad es no sentir vergüenza porque tú con dinero puedes pagarle un máster a tu hijo o un medicamento carísimo gracias a que a tu lado alguien no puede hacerlo. Los cubanos y las cubanas viven sin esa vergüenza y estamos dispuestos a morir para que nadie les obligue a renunciar a eso.
¿Qué más dicen en Cuba? Alguien en la calle dijo: "Fidel nos ha enseñado cómo se consiguen las victorias". "Mientras el Comandante convalece los cubanos se están pasando las señas. Es algo inusual y profundo. En lo externo se ha visto en los centros de trabajo y en las cuadras donde los vecinos se están expresando y los argumentos son tan elocuentes y poderosos que no dan margen para pensar que el Plan de Bush y la gusanera desalmada tenga cabida en el corazón de la Isla".
La posmodernidad, recuerdan, fue aquel tiempo en el que se descubrió que no había que creer en las palabras, todas eran huecas, con todas se podía ironizar, todas eran falsas y llenas de dobles sentidos y absurdas. La posmodernidad ha muerto aunque nos enseñó algo útil. En efecto, las palabras por sí solas no significan. Las palabras sólo significan en acto.
Fidel pertenece a la vanguardia, al comienzo de una nueva época en la que ya nadie podrá creer jamás en la declaración de un Estado, de un político, de un individuo, en abstracto. Se pedirán acciones. Se querrá ver cuáles sonlas acciones de quien usa las palabras. ¿Qué pasa en Cuba? Ojalá los grandes medios se preocuparan, no sólo en estos días, por saber qué pasa realmente en Cuba; al fin y al cabo, como ha dicho Fidel, el socialismo es la ciencia del ejemplo.
Saludos y un abrazo,

Nuris